Calafate Sour se llama el exclusivo y delicioso aperitivo que invitamos a disfrutar en Patagonia. Su sencilla preparación y las leyendas que describen al emblemático fruto, de inconfundible sabor, despierta por todo el territorio un sin número de preparaciones y cautiva a los más exigentes catadores. Un ejemplo de esto es el calafate sour que prepara Anita Carvajal del céntrico Shackleton´s Bar de la capital Punta Arenas. “El que come calafate ha de volver” menciona el himno de la ciudad y parece que es motor generador de un empeño local, para que a través de la degustación de esta bebida, el regreso de tantos viajeros sea inminente.
¿Qué es el Calafate? Un arbusto espinoso siempre verde. Es nativo de Patagonia (Sur de Argentina y Chile) y florece en primavera, y a lo largo del verano presenta frutos comestibles, que deben ser recolectados me forma manual cuidadosamente por sus duras espinas trífidas. Este proceso se realiza cuando cambia de un color azulado a un negro más intenso y brillante, entre los meses de febrero y abril, dependiendo del ambiente y latitud donde podemos encontrarlos. El fruto esférico de sabor agridulce posee seis semillas angulosas y es utilizado completamente ya sea medicinal, artesanal y gastronómicamente.
Sus flores de color amarillo son pentámeras simples, colgantes con peciolos largos, hermafroditas y están presentes de octubre a enero, alegrando el paisaje de matorrales, donde crecen de manera silvestre. Este arbusto pertenece al género Berberis, presente en el mundo con más de 500 especies, entre Europa, Asia, África y América. Lo reconocemos, especialmente en Patagonia, con el nombre de Calafate a estas tres especies: 'berberis microphylla', 'berberis buxifolia', 'berberis heterophylla' y agregamos a esta familia, un pariente menos famoso: el 'Berberis darwinii' conocido como Michay.
Es utilizada como planta tintórea y medicinal: Las raíces de intenso color amarillo, alcanzan hasta las napas de agua por más profundas que éstas se encuentren. Se utiliza en la medicina para bajar la fiebre e incluso es usada para teñir lana de manera artesanal. Su madera es utilizada para hacer tintura roja y en su corteza amarilla están presentes muchos coloides tales como berberina, oxiacatina berbamina. Es antibacterial y contra ciertos cáncer. Posee "berberina", universalmente presente en los rizomas del género Berberis, con marcado efecto antibacterial. Se lo usa oralmente en tratar varias infecciones entéricas, especialmente disentería bacteriana. La berberina muestra actividad antitumoral. También es cultivada como ornamental.
La Leyenda
Hay varias historias que primero contaron los Tehuelches y Selk'nam sobre el origen del Calafate y luego adoptó el folclor en ambos países: en Chile se hizo popular la que cuenta el amor imposible entre jóvenes de distintas tribus mientras que en Argentina la de una anciana abandonada por la tribu, en ambas la mujer se transforma en el espinoso arbusto.
Una de ellas cuenta que un cacique Tehuelche tenía una hija llamada Calafate. Ella era una hermosa joven de ojos dorados y siempre había obedecido en todo a su padre. Pero las cosas cambiaron cuando el clan de Calafate recibió a un joven Selk'nam para que estuviera a prueba entre ellos como ritual de iniciación para convertirse en hombre. Pronto surgió el amor entre los dos jóvenes y pensaron en irse juntos, a pesar de que los tehuelches solían rivalizar con los selknam y el jefe se oponía rotundamente a la unión. Por sus tradiciones, no podían dañar al muchacho y para evitar que siguieran con su relación, al padre de Calafate no le quedó más remedio que pedir ayuda al chamán. Éste le respondió que no podría hacer que se acabara su amor, pero sí podría mantenerlos separados para siempre.
La muchacha fue transformada con una potente magia en una planta espinosa que nunca antes se había visto en esas tierras, pero que tenía flores doradas como los ojos de Calafate. Por muchos meses el joven vagó por la estepa buscando a su amada y los espíritus lo ayudaron, convirtiéndolo en una pequeña ave que podía recorrer con más velocidad las grandes extensiones patagónicas. Un día de verano, el ave posó en un arbusto que no había visto antes y al probar sus frutos se dio cuenta de que eran tan dulces como el corazón de Calafate. Así lograron reencontrarse..
Una variante de esta historia cuenta que Calafate era una joven Selk'nam y que el joven era Yagán y la historia sucede en Tierra del Fuego. Siempre las historias del Calafate cuentan: El que come Calafate vuelve, a encontrarse nuevamente con quien ama o con la Patagonia.